En uno de los pasajes más antiguos de Madrid, entre las calas Arenal y Mayor, cerca de la Puerta del Sol, se encontraba el Hostal Lázaro López, que en 1894 se convirtió en un negocio de churros. Visita: Hotel Gran Avenida Leganes

Hostal Lázaro López

El pasaje era el lugar ideal para cruzar espadas y lavar su honor. Fue aquí y en la década de 1920 que Valle-Inclán optó por encarcelar a Max Estrella, el personaje de «Bohemian Lights». Su ubicación próxima al Teatro Eslava y a la iglesia de San Ginés le proporcionó durante mucho tiempo una amplia clientela que, tras la actuación o misa, llegó a degustar un chocolate caliente con churros.

Abierto hasta altas horas de la noche, atrajo a los bon vivants, búhos, intelectuales y maestros nupciales, así como a muchos artistas, actores cinematográficos, actores, poetas y escritores que se conocieron allí. Hoy en día, el establecimiento sigue siendo muy popular.

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